Cuento Nº1

Bueno, me acorde de que tenía un blog, ya era hora de actualizarlo, así no cometo el mismo error de siempre de no seguir con lo que comienzo. Igual les comento que estuve pasando por una etapa en donde me era difícil sentarme tranquilo y escribir en la pc, además de que mis ganas mucho no me ayudaban. Todo lo que escribí este último tiempo fue a mano así que me voy a tener que contentar con subir cosas viejas, solo hasta que pueda trasladar la pc de una vez por todas a mi pieza y poder escribir tranquilo.

Ya volverán esos tiempos de inspiración donde escribía todos los días, últimamente surgieron muchas ideas nuevas en mi cabeza, así que tengo material para rato. Tampoco puedo dejar de mencionar mi reciente incursión en el mundo de la poesía y porque no también hablar de mi incipiente proyecto filosófico, que me surgió como si nada una madrugada en donde me hallaba muy ocioso, sin saber que hacer, en la cual solo me puse a escribir y escribir y escribir, páginas, páginas y más páginas a una velocidad tal que cuando quise darme cuenta ya había más de una docena de hojas ocupadas por esos grafismos primitivos que yo suelo llamar letras. Pero al final salió algo realmente bueno, algún día las rescribiré y desarrollare como se debe, pero cuando me sienta preparado, todavía falta bastante para eso.

Buen me dejo de decir incoherencias, ya que esto no es un diario íntimo, para subir algo acá les dejo un cuento que comencé unos meses atrás, allá por comienzos de diciembre, que siempre quise terminar, pero nunca pude. Y aunque ahora cambiaría un par de cosas en los diálogos, prefiero dejarlo así como esta, por lo que significó en su momento, por lo que quiere expresar, por la vitalidad que siento en esas palabras cada vez que las leo. Modificarlo ahora sería arruinarlo, arruinar ese momento, ese sentimiento, esa pasión. Por eso lo dejare inconcluso, no me atrevo a agregarle ninguna palabra más.

Mejor me callo antes de que piensen que me estoy volviendo loco, nos vemos en el próximo upload, espero que sea pronto.

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El cuento inconcluso


En una noche de verano, un joven yacía en medio de la oscuridad con la mirada perdida, con un extraño sentimiento de melancolía, observando en medio del aire libre la belleza que le proporcionaba la inmensidad infinita del cielo, aunque sin saber bien porque una imagen podía conmoverlo de esa manera.

Solo es una imagen – decía él, como es posible que un circulo mal formado por insignificantes destellos de luz que entran por medio de mis sentidos pueden producir semejante sentimiento dentro de mi. ¿Cómo es posible? Si no es nada, si no vale nada, ¿cómo puede ser posible?.

El pobre joven no podía entenderlo, así como no podía siquiera comprender tantas sensaciones que afloraban dentro de él, como podía ser que cosas tan insignificantes pudieran tener tanta trascendencia en su vida, cosas que en si no son nada:

¿Cómo?... una palabra, una imagen, un sonido, no puedo entenderlo – Decía una y otra vez el joven mientras no podía dejar de experimentar las más variadas sensaciones, y sin siquiera darse cuenta, ya se hallaba inmerso en un mar de lagrimas del que no podía salir; pero del que tampoco quería hacerlo.
Era una sensación ambigua la que sentía, él sabía que esas sensaciones que estaba experimentando no significaban nada, pero por otro lado no podía dejar de sentirlas, no podía evitar que ellas lleguen a lo más profundo de su ser.

En ese preciso momento, en medio de aquella hermosa noche, repentinamente, tal vez percatándose de su soledad, aparece frente a él otro joven, muy particular, el cual poseía un aura extraña, un brillo distintivo; y sin que nuestro melancólico amigo se percate de su presencia, este extraño sujeto ya se encontraba a su lado, contemplando también ese bello paisaje estrellado. Cuando aquel dirigió la mirada hacia esta particular persona, este sonrío y le dijo:

- No debes pensar tanto, hay cosas que es mejor no comprenderlas, sólo debes sentirlas, porque en el momento en que intentas entenderlas, en ese momento que intentas encontrarle una explicación, en el que intentas analizarlo fríamente, la magia se pierde, se pierde lo humano.

Sólo déjate llevar, déjate envolver por esos sentimientos irracionales, esas pasiones que se encuentran dentro de ti, no envenenes su pureza con esos pensamientos, esa forma de pensar que te metió en la cabeza esa sociedad occidental que todo lo racionaliza, que todo pretende entender, hay cosas que no se deben entender, porque en el momento que las comprendamos, ya todo va a perder su sentido, nuestra existencia ya no va a tener gracia.

- Pero te equivocas; si todas estas pasiones, si todos estos sentimientos irracionales de los que tu hablas, también son un producto de la sociedad, son sólo palabras, si no fuera por estas, que todo lo pueden categorizar y ordenar, no seriamos nada. Así que, queramos o no, somos esclavos de nuestras palabras, ya que su organización determina que es lo que podemos experimentar, que es lo que no, de que manera lo vamos a hacer, etc.
Por ejemplo Si no existiera la palabra amor y todo ese discurso romántico al que estamos habituados, en la vida cotidiana, en la literatura, en la televisión, este sentimiento no existiría, seríamos meros animales buscando la reproducción y apego para perpetuar la especie. El amor es sólo un agregado pintoresco que introducimos a través del lenguaje para complicar las cosas, para hacer a estas más interesantes y complejas de lo que en realidad son. Estamos cayendo en un error si confundimos a esto con algo místico.

-Te lo repito nuevamente, no debes pensar tanto, digas lo que digas yo se realmente que tu corazón dice lo contrario, tu espíritu se muere por amar, se muere por sentir, tus ojos te delatan, esa mirada, esas lagrimas me dejan ver tu verdadero ser.

-¿Mi verdadero ser?, ¿qué es eso?, no existe un ser, no existe una esencia, es todo un invento, es todo aparente, es sólo algo que queremos creer, propio del ser humano que busca contingencias y regularidades en donde no las hay, el mundo es un caos, estamos en constante cambio, nunca somos la misma personas 2 veces, la unificación es sólo una ilusión.

-¿Y que importa si es una ilusión? ¿qué importa si es real? ¿acaso eso hace alguna diferencia?. Si te sientes bien no debería importarte el porque, sino el disfrutar, el aprovechar al máximo cada sensación que recorre tu cuerpo y llega hasta lo más profundo de tu ser, ¿por qué debes arruinar un momento tan hermoso como este con esa clase de cuestionamientos?, por más que lo intentes no vas a encontrar una respuesta ya que las cosas hermosas se explican por si mismas, no necesitan una razón de ser, solo son, y a nuestro ser no le queda otra cosa que caer rendido ante semejante belleza. Recuerda, lo importante no es su causa, sino su efecto, y vaya que hace efecto en ti, no intentes de ir contra eso...