viernes, 26 de octubre de 2007

Momias metafísicas

Esto que escribe no es nada, no puede decir que sea algo, sólo un cacho de materia configurándose de forma distinta todo el tiempo, con ciertas sedimentaciones, pero energía condensada en fin.

Ni siquiera puede decir que es energía condensada, no tiene idea de lo que es, ni de lo que lo formo. Dice llamarse como si fuera una unidad, como si algo en él permanecería estable, pero lo único que lo hace es esa sensación, esa que engaña como cualquier percepción. Sino miren las ilusiones ópticas; vean como nuestros sentidos engañan, se turban. Ahí pueden ver que tan sinuosos son esos sentidos, esa reestructuración absurda del campo.

Entonces mi pregunta es la siguiente, ¿Cómo uno puede estar tan seguro que sigue siendo el mismo que fue? Si nuestra vista engaña, ¿por qué no habría de hacerlo nuestro “intelecto”? Creemos que somos los mismos, pero casi todas nuestras moléculas son renovadas, en un intercambio constante con ese medio que nosotros llamamos mundo.

Y a menos que seamos también el mundo, ¿podemos seguir manteniendo nuestra identidad? Si nuestra materia ni siquiera se mantiene, ¿es acaso posible constatar que lo sean nuestras interconexiones neuronales? Es el clásico dilema, que remite una y otra vez a lo trascendental, a esa esencia o estructura subyacente a la “realidad”.

Ellos se jactan de que sus experimentos lo “verifican”, ¿pero pueden afirmarlo, o simplemente es una forma de escapar a un hecho tan visto y común en nuestra “vida” cotidiana?; o sea, lo más propio de la vida, lo que le da sentido, lo que hace que peleemos por lo que queremos, por lo que deseamos, anhelamos, disfrutamos; nuestro punto ciego y a la vez nuestro misterio más arcaico: esa estúpida y maldita muerte.

Detener el paso del tiempo, sólo eso quieren; defensa, represión, una mera fantasía, todo vale con tal de no aceptar el devenir. Fijar, todo pretenden atrapar y poner en su lugar. Eso les da seguridad, cierta certidumbre que intenta detener aquello incontenible, aquello que no puede dejar de cambiar.

Ideas momias… puras ideas momias… frase que tanto me costó entender. Dos palabras, sólo dos míseras palabras, pero que tanto dicen a su vez, que sintetizan todo un mundo de progreso del que somos parte y hasta cuando sabe uno que seguiremos habitando.




¿Se entendió? Lo dudo. Igual ya es un hábito, cada uno ve lo que quiere ver. Siempre nos gusta creer que entendemos. Todo sea por nuestro abrigo. Acá no se trata de un mensaje en clave, no hay un código a descifrar, una profundidad a descubrir; esta todo ahí, en esas líneas. Las vendas ya no forman nada, cada una toma un camino diferente, no intenten enrollarlas, sólo síganlas.

3 comentarios:

Unknown dijo...

Delirios de un espiritu libre. Está libre tu espiritu? De qué está libre? De vos mismo?
Creo que lo que escribiste, como vos antes dijiste, es la escencia lo que no cambia. Lo que hace que las moléculas se regeneren con un padron de concepto, de esqueleto físico del ser.
Y si, camibamos todo el tiempo. Y nada lo va a detener. Pero mediante ese cambio, podés volver a ser una persona nueva todos los días.
Los cambios no siempre son buenos, ni siempre son malos.


Voy a leer tus nerdeadas más seguido.

Besitos

Ble Pez dijo...

Seguro que estabas pensando en el Winning

Deyvid dijo...

El cacho de materia se configura segun una fantasia existencial donde se busca la aprobacion de un tercero para luego criticarlo.
Tal vez la ''superacion'' ayude.
¿Si el cambio inherente a mi molecula es visto desde un nivel superior no se podria considerar que todo sigue establemente cambiando?

Desconfianza solo brinda que los sentidos y el intelecto corran el mismo destino logico en estas vendas. Si acaso los sentidos indicarian sendas construcciones diferentes en una multiplicidad sostenida en el espacio, ¿porque no tambien con el intelecto?

No creo que nadie se diga a si mismo que es uno mismo siempre. Seria muy frustante. Lo divertido es salir a ser diferentes,que las almas se tomen de las manos y bailen alrededor de un circulo de miedo y creencias pequeñas para luego volver a ser la unidad pero convalidada con un exterior que termina siendo una proyeccion de fantasias existenciales.

Con respecto al ''abrigo'', yo le digo ''alimento del ego''. Una meta y finalidad que nos haria intelectualmente canibales.